Sexto sentido

fotografía propia- Arequipa (Perú)
fotografía propia- Arequipa (Perú)

Ojos que no ven, corazón que no siente”. Bien saben aquellos que están enamorados, que quien escribió estas ilusorias palabras, no padecía de esta enfermedad. El amor es ciego, sordo y mudo. Una persona enamorada no ve, no oye, no habla. Solo siente, y se deja guiar por ese sentimiento.

El amor no tiene definición. No se puede describir, no se puede explicar y menos aún comprender. Es una forma abstracta que ignora todos los sentidos. Capaz de debilitar al más fuerte;  hacer perder la razón al más razonable;  convertir  al más generoso en un ser egoísta; volver loco a aquel que presume de cordura.

Incomprensiblemente no tiene sentido alguno. No es un símbolo de felicidad, ni tampoco lo es de tristeza. Este extraño sentimiento puede subirte a lo más alto, hacia una extrema felicidad, y en décimas de segundo  dejarte caer sin ganas ni fuerzas para levantarte.

En ocasiones, te debilita. Permite que tu sentido de vivir dependa de él. Abate tu mundo y te controla a su antojo como si de unos hilos dispusiera, transformándote en otra persona. Otras veces, en cambio, te hace valiente.  Tú mismo te sorprendes de lo que eres capaz de hacer. En ese momento, no existen fronteras. Nada ni nadie puede frenarte.

Es tan difícil entenderlo… Tan complicado razonar con un persona enamorada…

Lo extraño  es que parece fácil. Tan solo  consiste en disfrutar, ser feliz  y no dejar que esa estúpida sonrisa se borre de tu rostro. Sin embargo, duele, siempre duele. A pesar de ser el sentimiento más fuerte que existe, a su vez, es el más frágil. Siempre va acompañado del miedo. Miedo al daño, al sufrimiento, al abandono, o al descubrimiento de que tristemente ese sentimiento deja de ser amor, o lo que es peor, nunca lo fue.

Esto  es el amor. Inexplicable, incompresible, irracional. Sencillamente un sentimiento que no se puede elegir, que no se puede controlar, que viene y va sin permisos ni horarios.

Irónicamente, una bonita enfermedad que hace que las personas actúen como marionetas.

 

“Ojos que no ven, corazón que no siente” De nunca ha hecho falta ver para sentir. Se dice que hay un sexto sentido. ¿El amor?